Días como este...

Hay ciertas fechas que nunca se borrarán de mi mente y mi vida entera. Al menos, eso pareciera. Hay días que merecen, según yo, ser recordados y conmemorados. Un 22 de enero... mmm 22 de enero. Parecerá monotemático el Blog entero, pero también tiene relación con la Camila. Me llega a dar vergüenza que no la pueda olvidar. La verdad, es sólo hace poco que la recordé. Bueno, en especial ahora, que está de cumpleaños un 22 de enero. Supongo que fue lo mejor... no la llamé, si no, hubiese sido seguir hasta mucho tiempo más.
Hoy puedo "disfrutar" de no volver a querer. SOY ASEXUAL!!! Jajajaja... y no es chiste, pero todavía me da risa pensarlo. No sé si es irónico, tonto o qué, pero nunca lo hubiese considerado dentro de la inmensa gama sexual que ha creado la juventud hoy en día. Me creí hétero (o lesbiano, si se prefiere) durante muchos años, pero llegó el día en que me di cuenta de mi verdadera y penosa condición. O quizá me gusten los huevos. Pero es que me gusta comerlos de otra forma jaja.
Quizá era esto lo que necesitaba... para no sufrir, no tener por quién sufrir. Excelente solución.
Podría ser hermoso que alguien sea el causante de tu sonrisa y tu alegría, pero me conformaré con las risas que consigo con Los Simpsons.
Debe ser hermoso tener a quién regalarle rosas, pero, aunque no sea lo mismo, están los amigos.
Aquello que debe ser de lo más hermoso, es besar a alguien y sentir cosas. ¡Qué demonios sentirán! No sé y creo que nunca lo sabré.
Al menos puedo pensar en que, a aquellos que se les priva de ciertos misterios de la vida, se les revelan otros. Espero que valgan la pena. Supongo que es mucho lo que sacrifico, aunque no tenga idea. Sentir algo cuando besas... ¿Qué se sentirá? Debe ser algo hermoso... por algo se deben besar los amantes.
Quizá las ciencias tengan otros beneficios para mí. Así se quiso en mi destino, y así se hará.
¡Oh, Lautréamont! No podría escribir hoy, que recuerdo cosas importantes, sin dedicarte algunas palabras. Después de todo, mucho tengo de lo que escribes, y algo de Maldoror, tu hijo, se mueve en mi interior.
Adiós, Camila, espero que de verdad esta vez sea un verdadero Adiós, al menos hasta el próximo 22 de enero... no quiero más despedidas. Con una al año basta.
................................ En una sociedad, un país, mononeuronal................